Las puertas residenciales en Tenerife o puertas automáticas instaladas por nosotros, son mecanismos diseñados para un uso intensivo diario y durante mucho tiempo. No obstante, si deseamos que su mecanismo funcione a la perfección de forma indefinida, conviene que sus piezas sean engrasadas de manera correcta cuando llegue el momento. Si realizamos esta operación con la debida regularidad, nuestra puerta funcionará de manera suave y silenciosa durante muchos años. Si no realizamos un mantenimiento mínimo, tras un tiempo de abandono el mecanismo producirá chirridos molestos, y sus componentes serán sometidos a un stress mecánico que terminará deformándolos o rompiéndolos.

Actualmente encontramos en el mercado lubricantes específicos, pensados para mecanismos de puertas automáticas. También podemos recurrir a lubricantes más comunes y baratos, aunque conviene que tengamos en cuenta si éste es el más adecuado para este fin. Si utilizamos de forma reiterada un lubricante de mala calidad, estaremos propiciando la aparición de algunas averías y el deterioro prematuro de algunas de las piezas del sistema.

En principio conviene que lubriquemos, sobre todo, bisagras y rodillos. Antes de aplicar el aceite o la grasa lubricante, es aconsejable que retiremos el polvo acumulado sobre estas piezas, frotándolas con un trapo seco. En muchos casos resulta recomendable emplear un aspirador para retirar el polvo de bisagras y carriles. Cuando terminemos de aplicar el lubricante sobre todas las piezas implicadas en el funcionamiento, es aconsejable que abramos y cerremos la puerta un par de veces para que el producto se reparta adecuadamente.

De cualquier forma, si tu puerta se encuentra ya averiada por el motivo que sea, y ya es demasiado tarde para seguir estas instrucciones, puedes recurrir a nosotros. También realizamos reparaciones de puertas residenciales en Tenerife o puertas mecánicas.

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